lunes, noviembre 03, 2014

Medicos con burnout: los mas afectados son los argentinos.


(Los acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)


Medicos con burnout: los mas afectados son los argentinos.

"Cuando hacia mis practicas, era comun que en agradecimiento los pacientes nos trajeran regalos, una caja de pañuelos, una torta... Habia afecto -dice un medico que pide mantener su nombre en reserva-. Hoy todo eso ya no sucede." Otro comenta en un foro de discusion: "Nos creimos aquello de que la medicina es un sacerdocio y ahora nos convertimos en martires. Pero ¿vale la pena?"
Autoexigencia, penurias laborales y economicas, agresiones y descredito conforman un escenario que complica el desempeño e incluso la salud de los profesionales que deben cuidarla. Lejos del prestigio social y familiar que los rodeaba hasta hace algunas decadas, diferentes estudios indican que los medicos enfrentan desafios que pueden llegar a amenazar su integridad emocional.
Una encuesta entre 11.530 profesionales de la salud de Iberoamerica, entre los cuales un 85,4% de las respuestas correspondio a medicos, indica que los argentinos estan entre los mas afectados. Las vivencias de quienes los atienden y un analisis de testimonios vertidos en un foro de discusion entre medicos hispanohablantes corroboran estos resultados.
"El sindrome de burnout [agotamiento extremo] aparece cuando fracasan los mecanismos de adaptacion a situaciones laborales con un estres sostenido", escriben el argentino Daniel Flichtentrei, de Intramed.net, y sus colegas del Instituto de Investigacion de la Universidad de Girona, en España, autores del trabajo publicado en la Revista Española de Salud Publica y de una "secuela" que analiza las consecuencias de este cuadro, publicada este año en Burnout Research.
Los participantes contestaron un cuestionario de 22 items (el test Maslach Burnout Inventory) que asigna un puntaje de 0 a 6 para cada respuesta y evalua la presencia de agotamiento emocional, despersonalizacion y realizacion personal. El analisis de las respuestas (provenientes en un 65% de la Argentina) arroja conclusiones significativas.
En la dimension de "agotamiento emocional", ser mujer, trabajar realizando turnos de guardia, padecer una enfermedad cronica, ser soltero o divorciado y haber pasado el ultimo año sin trabajar por cualquier causa son todos factores que se asociaron independientemente de la ubicacion en los puestos mas altos de burnout.
El valor medio mas alto se observo en la Argentina con 27 puntos, seguido de España con 26,1. En Mexico, Ecuador, Peru, Guatemala y El Salvador esos valores fueron de 8 a 9 puntos menores que en el pais.
En "despersonalizacion" ser mujer mostraba un efecto protector, pero hacer guardias y haber estado sin trabajo durante el año previo al estudio se asociaron con niveles altos de este item. Y aqui tambien los promedios mas altos correspondieron a España (8,5) y la Argentina (8,3). Dentro de las especialidades medicas, el valor mas alto correspondio a ortopedia (10,2) y el mas bajo, a anestesiologia (6).
En cuanto a la "realizacion personal", las mujeres manifestaron niveles menores que los hombres, y los solteros, mas bajos que el resto. Entre quienes valoraron menos este parametro volvieron a encontrarse profesionales españoles (35,7), argentinos (36,6) y uruguayos (37,6).
"El problema es muy serio y no hay muchas respuestas institucionales -afirma Flichtentrei-. Existen lugares aislados donde sobre todo en el posgrado se toman reaseguros para prevenir el burnout, pero son casos muy excepcionales."
En su analisis cualitativo de textos producidos por medicos en un foro de discusion acerca de su profesion y su salud, la doctora Susana Gallardo y la profesora Laura Ferrari, ambas de la UBA, concluyeron que tambien desde el punto de vista lingüistico predominaban los valores negativos y una aguda conciencia de la sancion social desde la perspectiva etica.
"El burnout es cada vez mas frecuente, especialmente entre los jovenes -dice el doctor Daniel Lopez Rosetti, jefe del Servicio de Medicina del Estres del Hospital de San Isidro, que no participo en el trabajo-. Por ejemplo, en los residentes, el agotamiento emocional los lleva a mostrar una reactividad disminuida frente a la emocion. No estan ni tan contentos ni tan tristes como debieran, apaticos. El trabajo cotidiano se hace en forma tecnica e incluso eficiente, pero distanciada del otro, sin el compromiso de la relacion medico-paciente (despersonalizacion). ¿Que sienten ellos? Manifiestan que estan conformes con el nivel academico alcanzado, pero lejos del enfermo. Esto lleva a que hoy crezca la tendencia a elegir especialidades con un mayor distanciamiento de las personas, como imagenes, hemodinamia, auditoria medica, anestesiologia..."
Entre las causas del burnout, Julian Bustin, jefe de gerontopsiquiatria de Ineco, menciona tambien las demandas sociales, legales e institucionales, la baja retribucion economica y la falta de una formacion adecuada para manejar la empatia con los pacientes. Lopez Rosetti agrega el fantasma de la demanda judicial.
"Hay estudios que muestran que a mayor empatia mayor burnout -agrega Bustin-. Sin embargo, en la facultad se da poca importancia a los factores estresantes de la profesion. Otro predisponente para tener en cuenta es el estigma: ni los colegas ni los pacientes estan preparados para admitir que el encargado de curar puede sufrir este cuadro, angustia o depresion."
Las consecuencias del burnout de los medicos tambien recaen sobre los propios pacientes.
"Esta demostrado que el agotamiento emocional esta asociado con una mayor tasa de error -explica Flichtentrei-. Por ejemplo, existen estudios que muestran que un medico agotado prescribe mas antibioticos innecesarios para evitarse la disputa con los padres. Por otra parte, aunque el error y la incertidumbre son inherentes a la clinica, debe haber mecanismos de control. El temor al error no solo afecta al medico, sino que es el combustible del sobrediagnostico y el sobretratamiento."
A pesar de que el primer trabajo de analisis de la encuesta se realizo en 2009, Flichtentrei corrobora que la situacion por lo menos se mantiene.
"El equipo con el que trabajamos, de la Universidad de Girona, mantiene un observatorio sobre una muestra reducida en la que las tendencias son similares", detalla.
Los investigadores acaban de finalizar otro estudio (cuyos resultados son preliminares porque todavia no fueron publicados) que pone el foco en otro aspecto muy vinculado con el burnout y que esta en alza: la violencia y las agresiones contra medicos.
"En este caso, comparamos datos de 2006 y de 2014 y vimos un cambio notable -cuenta Flichtentrei, que trabajo con el doctor Carlos Tajer-. En la Argentina, este año alrededor del 67% de los medicos encuestados reportaron algun tipo de agresion, ya sea verbal o fisica, versus el 54% en 2006. Los que mas las sufren son los medicos y enfermeras mas jovenes."
Las circunstancias desencadenantes son la demora en la atencion (44% de los casos), carencia de recursos (33%), comunicacion de fallecimiento (8,6%). Contrariamente a lo que podria presumirse, el 63% de los agresores no estaba bajo el efecto de toxicos ni padecia alteraciones psiquiatricas.
"Con el doctor Tajer conjeturamos que entre las causas de este aumento en las agresiones figuran la caida del prestigio social de la profesion, pero tambien la perdida de habilidades lingüisticas de los medicos y pacientes -dice el especialista-. En muchos casos, cuando no hay palabras, aparecen el insulto o la violencia fisica. Esto no pasaba antes, es parte de un clima social y el medico es la cara visible de un sistema."
Como en otras profesiones de servicio, el burnout en los medicos puede llevar al abandono de la profesion, al ausentismo laboral, a altas tasas de fracaso matrimonial, a adicciones y hasta a finales sin salida. "La de medico es la profesion que mas suicidios registra en el mundo -dice Flichtentrei-. Y con una caracteristica: de los intentos en el varon, el ciento por ciento tiene exito."
Como es obvio, esta situacion es mala para todos, medicos y pacientes. "Cuando una ruedita del reloj anda mal, todas andan mal", concluye Lopez Rosetti.
Por Nora Bär | LA NACION

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